Lo que hace que los esquís de travesía sean únicos es su capacidad para combinar eficacia en ascenso con un rendimiento aceptable en descenso. Gracias a mecanismos de fijación especiales, los esquiadores pueden soltar el talón mientras suben, lo que facilita mucho el caminar en terrenos empinados y nevados. Cuando llega el momento de descender, los esquís se bloquean de forma segura para brindarte control y precisión en el descenso.